Los perros son maestros en percibir su entorno a través de estímulos. Olores, sonidos y movimientos atraen su atención y suelen desencadenar comportamientos automatizados. Por ejemplo, cuando un perro percibe un olor fuerte o ve un objeto en movimiento, se activan en su cerebro los llamados circuitos motivacionales que lo centran en el objeto. Estos circuitos están estrechamente relacionados con el sistema de recompensa del perro y le dificultan concentrarse en cualquier otra cosa.
La señal de "apagado" interviene precisamente en este proceso: incita a su perro a desviar su atención del estímulo actual y centrarse en usted en su lugar. Esto resulta especialmente difícil si el perro está siguiendo un comportamiento natural en ese momento, como un comportamiento exploratorio o el deseo de asegurarse un recurso.
En cinología, este comportamiento se describe como fijación al estímulo: Un perro que se fija en un estímulo concreto necesita una guía clara y positiva para alejarse de él. Aquí es donde entra en juego el "off". Para que la señal funcione de forma fiable, su perro debe aprender que anular su acción siempre le reporta una ventaja.
El cerebro de su perro está diseñado para procesar estímulos de forma rápida y eficaz. Los estímulos especialmente excitantes o nuevos activan el sistema límbico, responsable de las emociones, la motivación y el comportamiento básico. Este sistema decide si un estímulo es lo bastante importante como para perseguirlo, por ejemplo, la aparición repentina de una pelota o el olor de la comida.
Una señal de "off" bien condicionada ayuda al perro a interrumpir esta reacción natural y a elegir conscientemente una nueva acción en su lugar. Sin embargo, esto requiere práctica, ya que el cerebro de su perro está inicialmente programado para el estímulo.
El control de los impulsos también desempeña un papel importante: los perros que aprenden a controlar sus reacciones ante un estímulo pueden hacer caso a una señal como "apagado" incluso en situaciones difíciles. El control de los impulsos no es una capacidad innata, sino que debe entrenarse específicamente, sobre todo mediante la repetición y el refuerzo positivo.